Esto es un catalán que, desde 15 días antes del sorteo de la Lotería de Navidad, está en la iglesia diciéndole a Dios:
- Mira señor.Tu me tienes que ayudar.
Tienes que hacer que gane el gordo de la Lotería completo.
Y ese año, no le toca nada.
Al año siguiente, lo mismo. Y al siguiente… y al siguiente… y al siguiente.
Así que a Dios se le hinchan las narices, y se le aparece al catalán con una luz muy grande y un trueno muy gordo:
- Hijo mío. Yo te quiero ayudar.¡¡ Pero compra el décimo por lo menos!!
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