EN LA ANTIGUA CHINA EXISTÍA LA CREENCIA DE QUE TODAS LAS PERSONAS Y SUS CIRCUNSTANCIAS ESTABAN UNIDAS ENTRE SÍ POR UN HILO ROJO QUE SE PODÍA TORCER, ENREDAR O TENSARSE, PERO NUNCA ROMPERSE. UN HILO ROJO INVISIBLE COMO NEXO ENTRE AQUELLO QUE ESTÁ DESTINADO A ENCONTRARSE A PESAR DEL TIEMPO Y EL ESPACIO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario