Es hora de abrir las ventanas
para que entre el aire.
Es tiempo de pintar las verjas oxidadas
que guardan herrumbres pasadas.
De orear la estancia
y sacudir pelusa apelmazada.
De encalar fachadas con cal viva
que enmarque geranios y albahacas.
Es hora de mirar la tierra germinada,
en el patio trasero de la casa.
Mientras canta un ave...,
y se despereza el alma.
(Caracola)
No hay comentarios:
Publicar un comentario