(Ilustración de Lina Dudaite)

martes, 10 de enero de 2012



Dos niños patinaban en un lago congelado de Alemania. Era una tarde nublada y fría. Los niños jugaban despreocupados.

De repente, el hielo se quebró y uno de los niños se cayó, quedando preso en la grieta del hielo.

El otro, viendo su amigo preso y congelándose, tiró un patín y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas hasta, por fin, conseguir quebrarlo y libertar el amigo.

Cuando los bomberos llegaron y vieron lo que había pasado, preguntaron al niño:

- “¿Cómo conseguiste hacer eso? ¡Es imposible que consiguieras partir el hielo, siendo tan pequeño y con tan pocas fuerzas!”

En ese momento, el genio Albert Einstein, que pasaba por allí, comentó:

- Yo sé cómo lo hizo.

- ¿Cómo? – Le preguntaron.

- “Es sencillo”, respondió Einstein, “no había nadie para decirle que no era capaz”.

2 comentarios:

  1. Siempre me encantaron las refecciones de Einstein. la resolución del relato es sorprendente, me lleva a pensar.........¿Hasta qué punto incidimos en las actitudes de nuestros hijos y alumnos cuando los rotulamos de antemano?

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  2. genial! me encantó! en educación a esto le llamamos efecto Pigmaleón

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