(Ilustración de Lina Dudaite)

jueves, 26 de agosto de 2010

No habrá nunca una puerta,
estás adentro y el
alcazar abarca el Universo.
Y no tiene anverso ni reverso,
ni externo muro
ni secreto externo ni centro.
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca
en otro tendra fin.
Es de hierro tu destino como tu juez.
No aguardes la embestida del toro
que es un hombre y
cuya extraña forma plural da horror a
la maraña de interminable piedra entretejida.
No existe .
Nada esperes.
Ni siquiera en el negro crepusculo la fiera

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