(Ilustración de Lina Dudaite)

martes, 21 de junio de 2011


“Lo que suele ser urgente es: hacer la compra, limpiar, llevar a arreglar el coche, hacer que los niños reciten sus lecciones, cocinar, trabajar… Lo que es importante es: reírse con los seres queridos, ver a los amigos, mirar cómo pasan las nubes por el cielo… En general, lo urgente es ruidoso y nos pone en movimiento; resulta difícil resistirse. Mientras que lo importante es silencioso, se deja olvidar, sin hacer ruido, con suavidad. Pero descuidarlo nos provocará poco a poco una profunda sensación de frustración o de vacío existencial, cuya razón no acabamos de identificar. Hasta que finalmente se comprende: ¿cuánto tiempo hace que no he mirado las estrellas? ¿Cuánto tiempo hace que no me paseo con los niños por el bosque? ¿Cuánto tiempo hace que no he pasado un domingo por la tarde junto a la chimenea charlando con los amigos?

¿Mucho? Hummm… ¿Y si esa fuese mi enfermedad?”


Christophe André - "Los estados de ánimo,
el aprendizaje de la serenidad"

3 comentarios:

  1. el tiempo para tí, como no te lo saques de la manga como los magos; lo tienes claro.

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  2. Yo antes pensaba que el tiempo era relativo: se estiraba, encogía; pasé a pensar que no,cuando llegan momentos en los que dices:ya no puedo más, no doy más de misma;pero falta un paso,¡realmente tooodo lo que hago es tan importante, que no puedo parar unos minutos, respirar, levantar la vista y mirar las estrellas, de acercarme a alguien y darle un beso, de levantar la cara y sonreir?¿Cuántos segundos me cuesta eso?

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  3. es precioso y muy cierto pero es imposible apearse de la locura,los hijos,el trabajo,las mil obligaciones.Como dejas de hacerlo,dejas de ir a trabajar? dejas de limpiar y cocinar? dejas de atender las necesidades de tus hijos? yo lo veo una utopia...

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