(Ilustración de Lina Dudaite)

viernes, 10 de septiembre de 2010



          CUENTOS DE LA RUTA DE LA SEDA
A LO LARGO DE LA RUTA, ENTRE LA ENCRUCIJADA DE LOS CAMINOS, LOS VIAJEROS DESCANSABAN EN LAS CHAIKANAS (LAS CASAS DE TÉ) Y COMPARTÍAN LAS FASCINANTES HISTORIAS DE SUS TIERRAS.

 Ni tu ni yo somos los mismos (Cuento de la India)

El Buda fue el hombre más despierto de su época. Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la benevolencia y la compasión.
Entre sus primos, se encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a matarlo. 
Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina, con la intención de acabar con su vida. Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo. El Buda se dio cuenta de lo sucedido pero permaneció impasible, sin perder la sonrisa de los labios.
 Días después, el Buda se cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente. Muy sorprendido, Devadatta preguntó: -¿No estás enfadado, señor? -No, claro que no. Sin salir de su asombro, inquirió: -¿Por qué? Y el Buda dijo: -Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando me fue arrojada.


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